jueves, 26 de noviembre de 2009

Cerrado por Vacaciones!!!


A todos los que alguna vez llegaron a este blog
y a todos los que acostumbran a visitarlo
les deseo un muy feliz mes de Diciembre,
también que el año venidero sea un año lleno de maravillas
para ustedes y para todos los que quieren.
Mi abrazo sincero!!!

martes, 3 de noviembre de 2009

De la Abundancia

Edición dedicada al gastrósofo Capricornio de Luz (*)

Campesinos P. Picasso
“Los dioses griegos, con la perfección con que se nos aparecen ya en Homero, no pueden ser concebidos, ciertamente, como frutos de la indigencia y de la necesidad.
Todas estas figuras respiran el triunfo de la existencia, un exuberante sentimiento de vida acompaña su culto.
No hacen exigencias: en ellas está divinizado lo existente.”

F.Nietzsche “Origen de la tragedia griega”



Decía P. Picasso “hay pintores que hacen del sol una mancha y hay pintores que de una mancha hacen un sol”.
¡De una mancha puede despuntar un sol ¡



Cualquier detalle puede ser motivo para adentrarse en verdaderos y festivos paraísos.
Partiendo del mismo punto también se puede llegar a todos los infiernos posibles.
Hay quienes pueden vivir y escribir un Zaratustra con una simple salida del sol, hay quienes a pesar de la vivencia diaria bajo el gran astro apenas se enteran de su existencia.
Generalmente en el primer rango están los artistas.
Una de las manifestaciones del arte es la vivencia directa de la relación de lo humano con una cualidad del universo:
LA ABUNDANCIA.




Video instalación http://www.billviola.com/

La abundancia igualmente como manifestación de la vida en la tierra, también es una cualidad del espíritu.
A la abundancia y a la riqueza ya sea material o espiritual en el ser humano le corresponde como contraparte la carencia y la miseria, la indigencia.
Cuando hablamos de abundancia, hablamos al tiempo de fecundidad, expansión y entrega, máxima capacidad de goce.



La abundancia material o espiritual tiene la virtud de transmisión hacia aquellos o aquello que amamos, ella se puede heredar o verter en un acto generoso o de conveniencia hacia los sucesores.
Nadie quisiera legar miseria a quienes ama. Pero la miseria se puede imponer a la fuerza y con lucha mediante la guerra y la conquista y para eso se necesita una valoración distinta a la del amor.
Hasta los avaros muy a su pesar traspasan sus tesoros acumulados por mucho que los hayan escondido a quien tenga la suerte de encontrarlos o de apropiárselos, ya sean estos tesoros desde unas cuantas monedas hasta verdaderos imperios. Nadie sabe para quien trabaja.
A quienes se les ha impuesto la miseria y se les obliga a la esclavitud tienen una valoración de negación y rechazo de la vida, una valoración enajenante.
Al esclavo se le ha cortado por la violencia y el engaño la relación directa con la abundancia y su interacción libre con las manifestaciones universales.

El poder no solo admistra la vida material, también administra la espiritual. Toda sociedad es una máquina que produce y reproduce, cultiva, constantemente valores, cultura.
Los valores espirituales circulan a través del lenguaje estructurando y re-estructurando una arquitectura mental, corporal, social y de historia mediante las metáforas.
Si nos detenemos a mirar con detalle los discursos de toda guerra ya sea de países o de personas notamos la fuerza de las contraposiciones de los valores: éticos y estéticos.
Lo notamos en carne propia en el diario vivir desde que empezamos a entender los gestos y las palabras, a medida que empezamos a SER humanos, en la misma familia, en la escuela, en el barrio, en el trabajo, en el círculo de amigos, en la carretera, en la ciudad, en el país y en el continente, a cualquier edad, no importa el género;… y cuando llegamos a viejos…
Hay una lucha constante contra las descalificaciones, las desaprovaciones, unas veces a modo de broma, otras a modo de la ofensa soterrada, velada o directa. Es una intención de nosotros y de los demás por imponerse pisoteando al otro a la otra o a lo otro.
“…ya a los siete años de edad era totalmente consciente de que ninguna palabra humana podría tocarme.”
Esta dinámica de reafirmarse desvalorizando y peyorativamente y hasta compasivamente a lo demás es una característica del pensamiento esclavo.
Sólo un esclavo necesita de la agresión del resentimiento y del odio de lo otro para poder ser. Su ser depende de la “inferioridad” de lo demás. Sólo es y se afirma en la medida que puede reaccionar valorizando por debajo suyo lo externo. El esclavo es en la medida que es alguien reactivo y no importa a la clase social o género que pertenezca.
Es importante aclarar este punto en las vivencias (pensamiento) de este filósofo, pues de aquí se desprenden innumerables interpretaciones erróneas que se derivan directamente hacia el racismo (nazismo), clasismo y al misoginismo.
Cuando caemos o nos obligan a caer en el remolino y la trampa de la valoración esclava perdemos el contacto directo con las fuentes de la abundancia y de la riqueza del universo.
Sobre todo con el contacto más directo:
CON UNO MISMO.
Perder el contacto con uno mismo es perder el gusto por uno mismo y desear y regirse por el supuesto gusto de los demás. Es no estar más dentro de uno, sino a la espera del gusto de otro, es parasitar un gusto externo, es dividirse, es perderse en los caprichos y en el universo de un afuera.
“ Estoy en contra del gusto de más de dos mil años”
Quien ha perdido el gusto por sí mismo, ya se ha perdido, ya no
ES.
Y si ya no está ni es, sería imposible que se diera cuenta y disfrutara de su propia riqueza, como también sería imposible que acumulara abundancia para transmitir y repartir.
Solo sería factor de reproducción de más miserias y de flaquezas.
¿Habrá alguien que las quiera recibir con beneplácito y felicidad?



“Durante diez años has venido subiendo hasta mi caverna: sin mí, mi águila y mi serpiente te habrías hartado de tu luz y de este camino.
Pero nosotros te aguardábamos cada mañana, te liberábamos de tu sobreabundancia y te bendecíamos por ello. ¡Mira! Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan.
Me gustaría regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.
Para ello tengo que bajar a la profundidad: como haces tú al atardecer, cuando traspones el mar llevando luz incluso al submundo, ¡astro inmensamente rico!
Yo, lo mismo que tú, tengo que hundirme en mi ocaso, como dicen los hombres a quienes quiero bajar. ¡Bendíceme, pues, ojo tranquilo, capaz de mirar sin envidia incluso una felicidad demasiado grande!
¡Bendice la copa que quiere desbordarse para que de ella fluya el agua de oro llevando a todas partes el resplandor de tus delicias!
¡Mira! Esta copa quiere vaciarse de nuevo, y Zaratustra quiere volver a hacerse hombre.»
- Así comenzó el ocaso de Zaratustra.

(*) El amigo bloguero Capricornio de Luz quien se define no como un chef sino como un cocinero por pasión, edita un gustoso blog donde publica parte del arte de la cocina de Costa Rica y su cultura. Tiene otros dos blogs y una comunidad en la red a las cuales se puede llegar desde el blog que aparece luego de presionar la frase que aparece arriba del cuadro de P. Picasso en esta edición.

martes, 22 de septiembre de 2009

LA FELICIDAD DEL SOL

.…Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó, - y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así:
«¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!...”



EL SILENCIO
Yo que crecí dentro de un árbol/
tendría mucho que decir,/
pero aprendí tanto silencio/
que tengo mucho que callar/
y eso se conoce creciendo/
sin otro goce que crecer,/
sin más pasión que la substancia,/
sin más acción que la inocencia,/
y por dentro el tiempo dorado/
hasta que la altura lo llama/
para convertirlo en naranja./

Pablo Neruda


¿Es feliz EL SOL?
Observemos la manifestación de Los Girasoles de Vincent Van Gohg o del Waterloo Bridge de André Derain…



Visto en carmensabes.blogspot.com/2009_03_09_archive.html

Imposible no dejar que Pablo Neruda tome de nuevo la palabra:
“…Si la flor a la flor entrega el alto germen/
y la roca mantiene su flor diseminada/
en su golpeado traje de diamante y arena,/
el hombre arruga el pétalo de la luz que recoge/
en los determinados manantiales marinos/
y taladra el metal palpitante en sus manos.”
Para los Amantes, Artistas, Filósofos, Buscadores del Saber y Místicos que leen estas notas, para los cuales están ofrendadas; para todos aquellos que “han crecido dentro de… sin otro goce que crecer,/ sin más pasión que la substancia/ sin más acción que la inocencia/” lo anteriormente expuesto ya sería suficiente…(*)
Pero una vez empieza la fiesta de la filosofía es imposible sustraerse a la pasión de la celebración, en este caso, del crepitar incesante y frenético de las vibraciones de luz desde el centro de este sistema planetario.
Y Zaratustra es la encarnación de la celebración, sus palabras antes que un razonamiento son UNA FIESTA.
Una fiesta donde el sol es protagonista como lo viera también el pintor Wassily Kandinsky:
“El sol derretía Moscú en una sola mancha que, como una maravillosa tuba, transformaba todo su interior en una sola alma en vibración. No, ¡esa roja unidad no es la hora más hermosa! Es tan solo el acorde final de una sinfonía que lleva cada color hasta su existencia suprema, que induce a Moscú a sonar como el fortefortíssimo de una orquesta gigantesca.”

«¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!...”




Paso de largo por esa fantástica relación entre la luz solar y la serotonina, entre frecuencias de ondas de luz y neuronas e intensidades de felicidad.
Este éxtasis de volver a sentirse y ser el universo mismo marca el salto de la SUPERACION de más de dos mil años de la triste megametáfora o camisa de fuerza del idealismo platónico.
Primero el universo, luego el sol, después la vida en la tierra, le sigue el ser humano y con ello los efluvios de FELICIDAD.
Todos estos hechos tienen un vínculo que los entreteje, son manifestaciones de un mismo evento universal.
¡Primero el mar, luego las olas y después la exuberancia de LA ESPUMA…¡
¿Dónde se queda la no menos real y extensa tristeza?
En el lugar que le corresponde, en el fracaso del alcance de la misma felicidad, en una de las amargas dimensiones de la indagación constante para alcanzar la dicha.
La felicidad es el propósito, NO la tristeza.
Todos hacemos carrera para llegar a ser felices, nadie trabaja a conciencia para ser un desgraciado.
Aprovecho para hacer notar que la felicidad no sería el fin último de lo humano, esta sería un último peldaño para llegar luego al verdadero estado de la realización humana.
Tristeza…felicidad…y todavía queda algo más…impronunciable…donde el conocimiento y las palabras no funcionan, solo atisban…
aprendí tanto silencio/ que tengo mucho que callar/…
Ese algo impronunciable tiene una presencia muy dinámica que trasciende al mismo espacio y al mismo tiempo y se sale de todo pensamiento.
Ustedes poetas y artistas sienten y saben de lo que ahora hablo.
Ese algo mas allá de la felicidad misma, está ahí en el aroma y en la distancia CUANDO la flor a la flor entrega el alto germen, cantando DONDE la roca mantiene su flor diseminada en su golpeado traje de diamante y arena, vibrando hasta el frenesí EN ESE arrugado pétalo de luz por el ser humano que ha recogido en los determinados manantiales marinos. En lo relampagueante de la hora más hermosa o en la venia más pura de un acorde final.
Quienes han llegado a ese nivel máximo de plenitud y de existencia saben que ya no queda mas nada por alcanzar, han trascendido la vida misma y con ello la misma muerte…¿y entonces?...es el momento de mirar atrás, o hacia abajo como le gusta decir a Zaratustra y “…regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.”

Es el momento en que Zaratustra “…quiere volver a hacerse hombre.”

(*)… esta lectura del Zaratustra es para los Amantes en un primer lugar…un manual a corazón abierto para poetas!

martes, 21 de julio de 2009

Apéndice


… un florecimiento en el sustento mismo del universo: en el amor.

“¡He perdido mi gotita de rocío!”,
dice la flor al cielo del amanecer,
que ha perdido todas sus estrellas.

Rabindranath Tagore

Esta edición se basará en la aparente simpleza de una gota de rocío.
Una mirada es un viaje que puede terminar en el instante mismo de la imagen de aquello que miramos.
O bien ese viaje puede continuar hasta lo apasionante de la aventura si nos detenemos en la observación.
Todo nos ofrece su PUREZA, su canto inocente y quedo siempre dispuesto a lo vivo de nuestros sentimientos y sensibilidad.

Antes de las primeras luces del alba las gotas de rocio se forman por la lluvia que cayó.
O cuando la neblina se posa sobre la hierba y sobre los brotes tiernos de la vegetación.
También por la unión de moléculas y gotas diminutas de agua en la humedad del aire o de la tierra.

Cuando aparece el SOL la gota de rocio tiene un destino no menos apasionante que el de su aparición.
Caerá sobre la generosidad fértil de la tierra o se evaporizará en el aire para pretender el vuelo de las nubes o se integrará a la serenidad de un estanque o lago o al rápido o lento correr de los arroyos.

Todo esto es PUREZA: no detenerse nunca en su propia y constante transformación.
Uniendo todos los procesos vitales la trasformación continua del agua es una corriente que inspira a poetizar.
Su fluir es el vínculo y sustento de lo material e inmaterial, de lo orgánico e inorgánico.

Es no detenerse en una imagen ni en un concepto sino continuar su maravilloso viaje a perpetuidad.
En este perpetuo cambiar podemos trascender.
Trascender desde la luz y de la oscuridad al movimiento de uno mismo en su interior y trascender al cambio sin pausa de la totalidad.
Trascender hacia la música universal.
“…y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así:
«¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!”
¡Entenderás con el tiempo que una gota de amor puede más que un océano de odio y que la gota de rocío domina más a la flor que el rugido de la tempestad!
Autor anónimo

lunes, 6 de julio de 2009

Pero al fin su corazón se transformó (III)

“Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó, - y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así:”…
No es fácil hablar sobre esta experiencia nitzscheana desde la tradición de la filosofía basada en la estructura de pensamiento platónica aristotélica.
Esta inmersión total en la pureza de la nada es tan subjetiva y tan desligada de toda argumentación y de todo discurso que las palabras pierden su función.
Tampoco sirven los instrumentos del pensamiento, pues al no haber nada sobre lo que se pueda pensar cualquier pensamiento se disuelve.
Nadie que no haya pasado por tal vivencia podría siquiera imaginar esa otra cara o dimensión del universo y mucho menos hablar sobre ello.
Pero hay facultades en el ser humano que pueden dar cuenta de tal aventura: La música en un primer momento y la intuición hecha poesía o arte en un segundo lugar.
Es en la música donde se puede oír y sentir como fluye la vitalidad, no sólo la humana sino la de todo el universo.
Es en la poesía donde se llega desde la palabra al borde de lo infinito para sentir su brisa y la ternura de su caricia cuando sopla y canta con delicadeza en nuestro espíritu.
Encontré dos ejemplos que nos iluminan sobre lo anteriormente dicho.
Uno es de Pablo Neruda:
“Puse la frente entre las olas profundas,
descendí como gota entre la paz sulfúrica,
y, como un ciego, regresé al jazmín
de la gastada primavera humana.”
Otro lo encontré en el blog Ababol en una cita de Emile Cioran:
Cuando me paseaba a una hora tardia
por esa avenida bordeada de arboles,una
castaña cayo a mis pies, el ruido que,
hizo al estallar,el eco que se suscito en
mi y un sobrecogimiento
desproporcionado ante este incidente
infinito me sumergieron en el milagro,en
la embriaguez de lo infinito,como si ya
no hubieran preguntas,solo respuestas.
Cuando el pensamiento desaparece no hay nada que se pueda decir, nos queda entonces el corazón contenido en la totalidad del universo para vivir y expresar esa totalidad.
La cabeza dirá “una castaña” y eso es todo… suficiente.
Oigamos lo que puede decir el corazón, otra vez con Pablo Neruda en una oda a una castaña:
caíste
completa
de madera pulida,
de lúcida caoba,
lista
como un violín que acaba
de nacer en la altura,
y cae
terminado en secreto
entre pájaros y hojas,
escuela de la forma,
linaje de leña y de la harina,
instrumento ovalado
que guarda en su estructura
delicia intacta y rosa comestible.
En lo alto abandonaste
el erizado erizo
que, entreabrió sus espinas
en la luz del castaño,
por esa partidura
viste el mundo,
pájaros
llenos de sílabas,
rocío
con estrellas,
y abajo
cabezas de muchachos y muchachas,
hierbas que tiemblan sin reposo,
humo que sube y sube.
Te decidiste,
castaña,
y saltaste a la tierra,
bruñida y preparada,
endurecida y suave
como un pequeño seno
de las islas de América.
Caíste
golpeando
el suelo
pero nada pasó,
la hierba
siguió temblando, el viejo
castaño susurró como las bocas
de toda una arboleda,
cayó una hoja del otoño rojo,
firme siguieron trabajando
las horas en la tierra.
Porque eres
sólo
una semilla,
castaño, otoño, tierra,
agua, altura, silencio
prepararon el germen,
la harinosa espesura,
los párpados maternos
que abrirán, enterrados,
de nuevo hacia la altura
la magnitud sencilla
de un follaje,
la oscura trama húmeda
de unas nuevas raíces,
las antiguas y nuevas dimensiones
de otro castaño en la tierra.
Cuando el corazón se posa en el silencio se afirma y se da nuestra verdadera individualidad. No hay posibidades de escape ni de ir a alguna parte, es allí donde se decanta nuestro centro y somos lo que somos.
No podemos acudir a nada ni a nadie, ni material o abstracto, solo somos nosotros mismos, ni nadie puede acudir a nosotros.
Esa es la dicha de nuestro segundo nacimiento, de ahí en adelante el universo empieza a brotar con pasión desde nuestro propio centro, llegamos a nuestra única autenticidad.
No necesitamos los pensamientos de nadie ni las creencias en alguien para decir, callar o ser.

Es un florecimiento en el sustento mismo del universo: en el amor.
Es una comunión con el devenir eterno, comunión donde dejamos de ser agresivos con la totalidad, porque ya no necesitamos someter a nadie ni a nada, sólo danzar y cantar.
Al llegar a ser uno con el universo ya no hay miedo, los finales desaparecen y solo quedan las trascendencias.
Trascendencias que nos colmarán siempre de alegrías y respuestas, es decir de total sabiduría. Ya lo decía Picasso “Yo no busco, encuentro…”
Habrá tal abundancia de amor y de sabiduría en nosotros que nunca nos cansaremos de dar, repartir y compartir.
Es en el silencio donde nuestro corazón puede sufrir una definitiva transformación…

viernes, 5 de junio de 2009

Pero al fin su corazón se transformó (II)

…..”Brotaban astros del seno de la noche como flores de la tierra oscura”.
Del Hiperion de Hörderlin.



“A menudo pienso que la noche es mas viva y coloreada que el día". Vincent van Gogh.


"La noche estrellada" fue pintada por Van Gogh desde su ventana mientras estaba internado en el asilo psiquiátrico de Saint-Rémy, Francia, en junio de 1889, trece meses antes de suicidarse a la edad de treinta y siete años.

El cuadro se divide en dos partes. Arriba vemos un cielo nocturno lleno de nubes que remolinean entre brillantes estrellas observadas por una luna creciente. Y abajo se aprecia el pequeño y quieto pueblo de Arles, donde el contorno de los edificios están pintados con gruesos trazos de tonos oscuros, al igual que el de los ondulados cerros que se ven en el horizonte.

Los colores verdes y azules predominan en esta obra, cuyas vigorosas pinceladas están entre las más personales en la historia de la pintura.

A Van Gogh le atraía especialmente la noche, cuando la luz de la luna y las estrellas parecen ser capaces de despertar la naturaleza adormecida e inmóvil.

En su obra, la naturaleza lo envuelve todo, dejando al ser humano pequeño e indefenso, abrumado ante una fuerza tan gradiosa, imposible de controlar.
Tomado de: www.emol.com/.../noche_estrellada.html
…”este descenso a regiones sombrías donde nada se muestra fijo, definido o cierto, donde los destellos de luz se multiplican por todas partes pero, flanqueados por abismos, ven oscurecido su brillo y son llevados sin rumbo por el entorno, al tiempo que producen reflejos ilusorios más que iluminación.
El comienzo de todos los senderos se vuelve a bifurcar y se adentra en el infinito, se pierde y nos aparta de nuestra finalidad y dirección.
Por experiencia propia, conozco este estado del alma, o de la razón, que surge cuando ha avanzado movida por el interés y se hunde en un caos de apariencias; y si bien interiormente está segura de su objetivo, todavía no las ha esclarecido ni ha captado en detalle la totalidad.
Hace unos años padecí esta hipocondría, al punto de sumirme en la postración.
Probablemente todos llegamos a una encrucijada en la vida, el punto nocturno en que se contrae nuestra esencia y nos vemos obligados a atravesar un estrecho pasaje que nos permite aumentar y reafirmar la confianza en nosotros mismos y en la vida diaria…
La ciencia arrastra al hombre a este laberinto del alma, y sólo ella puede rescatarlo y curarlo”. G.W.F.Hegel


Presento estas dos experiencias con relación al…silencio…la soledad…la noche…la nada, entre las tantas que abundan en la historia de la filosofía y del arte.
“Probablemente todos llegamos a una encrucijada en la vida,…”
Probablemente muchos hemos tenido ya “nuestra noche oscura del alma” o
“…el punto nocturno en que se contrae nuestra esencia…”
Estos momentos han sido decisivos en la historia de la humanidad en todas sus manifestaciones.
Pero curiosamente, por no decir sospechosamente, de esto apenas se habla, y cuando se toca no alcanza siquiera la consideración de tabú.
Tal vez porque siempre se le relaciona con los inicios de una “enfermedad”, con la locura, con la enajenación mental que puede desembocar en los vicios más bajos o en el suicidio.
Hay pavor al vacío y al silencio en este lado del mundo.
Lo cierto es que después de una contracción de nuestra esencia ya no seremos los de antes.
Nos transformamos y esto a pesar de nuestra voluntad.
Nuestro corazón se cerrará o abrirá, será triste o alegre, menos amoroso o muy amoroso, quizás florezca o se petrifique.
Dejemos que Hörderlin tome de nuevo la palabra:
El consenso público
¿No es más bella la vida de mi corazón
desde que amo? ¿Por qué me distinguíais más
cuando yo era más arrogante y arisco,
más locuaz y más vacío?

¡Ah! La muchedumbre prefiere lo que se cotiza,
las almas serviles sólo respetan lo violento.
Únicamente creen en lo divino
aquellos que también lo son.

lunes, 25 de mayo de 2009

“Pero al fin su corazón se transformó”(I)



Muchísimas gracias a todas la personas que han dejado sus comentarios tan bien pensados y de gran profundidad, lo que me me ha puesto en aprietos ya que contestar cada uno de ellos me llevaría el tiempo suficiente como para preparar unas veinte entradas en menos de un mes. Mis disculpas, he tratado de corresponder a su generosidad y a su interés participando en los comentarios de sus interesantes ediciones en sus respectivos blogs y que alimentan día a día mi entusiasmo filosófico.


En nuestra historia personal hemos sufrido muchas transformaciones, biológicas, emocionales y espirituales.
También las hemos visto en los demás, en una persona lejana o cercana, en un familiar o en alguien que amamos con locura.

Un sobreviviente de una trombosis, de un infarto… o de una pena profunda de amor…

También hemos visto a alguien que ha ganado el premio mayor de la lotería, fue aceptado en el puesto de trabajo que siempre había soñado o a alguien que le llega el amor de sus amores.

Estamos en constante transformación, sobre todo hasta los primeros 30 años de nuestra existencia que es la edad donde se estabilizan y equilibran muchas de las coordenadas de nuestra existencia.

En promedio en esta edad se da la transformación definitiva de las personas para vivir los siguientes años de vida.

Aristóteles enunció que el ser humano era un animal político, entendiendo lo político más en su sentido social.

Ha sido la psicología y más precisamente el psicoanálisis que ha estudiado el desarrollo psicosocial del ser humano.

Una de las tantas características de este desarrollo es que sólo se empieza a SER a través de los demás, sin los otros este desarrollo no sería posible.

Nos convertimos en un SOY dependiente de la aprobación y del criterio de los demás. Nuestra vida se convierte en una diaria ofrenda para mantener el gusto de los otros.

El ser humano en su niñez debe someterse a un proceso de aprendizaje donde es premiado por familiares, profesores y amigos por lo que ellos consideran aceptable, ó es sancionado y reprobado por lo que ellos consideran inaceptable. Cuando el niño lleva buenas notas en la escuela es un genio, pero cuando pasa lo contrario…

Es suficiente una palabra, sí una sola palabra, para subir a alguien al cielo o enviarlo a su lado opuesto: “Qué inteligente propuesta has hecho…” “Qué hermosa tienes…” INTELIGENTE, HERMOSA. Y lo contrario IDIOTA, HORRENDA. Qué débiles y sutiles SOMOS cuando toda nuestra EXISTENCIA, todo nuestro CENTRO GRAVITACIONAL flota en meras palabras. Cuando depende del humor de los demás, cuando somos mendigos de la sanción de los otros.

La sociedad te acondiciona UN CENTRO, UNA IDENTIDAD, UN YO producto de convenciones ya establecidas.

Hay una lista de posibles nombres para que escojan uno para ti, una nacionalidad dependiendo del lugar donde naciste, el idioma o los idiomas que debes aprender, el dios o los dioses en los que debes de creer, el prototipo de la persona de la cual te debes enamorar…es decir, ENTREGAR en cuerpo y alma…

Debes de tener un centro un YO que se pueda manipular…

lunes, 13 de abril de 2009

El gozo de la Soledad


Esta entrada está didicada con todo el aprecio al POETA GUSTAVO FIGUEROA V.





F. Nietzsche afirma que ya a los siete años de edad era consciente de que ninguna “palabra humana” podría tocarlo.

Cuando un niño juega se sumerge en el juego, él mismo es el juego. Desaparecen los padres, el mundo, él mismo desaparece. ¿En ese instante puede “palabra humana” alguna tocarlo?

Ese instante es un instante de éxtasis, es un instante de soledad pura. En ese momento no eres ni un niño ni un adulto ni un viejo, no eres feo ni hermoso, no estás enfermo ni saludable, ni rico ni pobre, no eres del norte o del sur o del oeste o del este, ni alto ni bajo, no eres un pecador o un culpable…y no eres… un creyente...

Ninguna “palabra humana” puede tocarte.

La sociedad y la cultura permiten estos momentos, y así, solo por instantes, pero no es posible que permita que toda la vida sea ese gran instante.
Es imposible que la dinámica de la cultura como está pensada se base en semejantes estados de conciencia.

La historia registra que existió un momento la posibilidad de pensar la existencia desde otra perspectiva, cuando Sócrates afirmaba y ponía a girar al universo en torno de su “solo sé que nada sé”.
Es decir, llegó a dibujar la posibilidad de no saber si era griego o persa, si creía en los dioses o no creía, si era necesaria la guerra o no lo era, si era aristócrata o no.

Ese es el gran peligro de llegar a estados de soledad, porque se empieza a ver de otra manera y no de la forma que está programada para que veas.

Es como decir de un momento a otro para qué escribir de derecha a izquierda; sería imposible que alguien en el mundo de los escribientes y lectores de derecha a izquierda pudiera oír.

La sociedad obliga a ser como ha establecido que debes ser. No puedes ser de otra forma que las matrices que han sido programado para ti.

Intenta ser de otra manera, y serás marginado, empujado a ser un solitario un incomprendido. Un despreciado. Debes emprender una guerra a muerte contra lo establecido que te obligará a obedecer a como dé lugar, no tienes alternativa, o claudicas o claudicas.
La cultura te condena al infierno si no obedeces.
Pero la misma soledad te puede dar el mejor regalo: la creatividad. Cuando te vuelves un creador te inventas a ti mismo, ya dejas de ser un patrón establecido que debes seguir y obedecer, empiezas a saborear la libertad.

Prueba un momento de soledad y traza una línea o escribe una palabra o una frase o piensa en alguien, verás como el universo se llena de ti mismo, has dado tu primer paso hacia ti, sin temor, con total confianza y felicidad. En ese momento no eres esclavo de nadie, ni siquiera de ti mismo.

Ninguna “palabra humana” puede tocarte.


"Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo."

martes, 7 de abril de 2009

Cuando el Inicio es el Final


Una de las facetas apasionantes de la lectura del Zaratustra es que de entrada nos recibe uno de los grandes misterios de la humanidad: la DISOLUCION del grillete hipnótico del TIEMPO LINEAL de la historia y de la cultura.
Es un libro que EMPIEZA por el FINAL o FINALIZA por el COMIENZO o lo que es lo mismo no hay comienzo ni tampoco hay final.
De una vez se vive en la dimensión del eterno retorno o en el misterio de los anillos, es una obra de un empezar frenético y constante, ETERNO.
Veamos un poco lo que hay al final del libro en el capítulo de El Signo:
“ A la mañana después de aquella noche Zaratustra se levantó de su lecho, se ciñó su cinturón y salió de su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras montañas.«Tú gran astro, dijo, como había dicho en otro tiempo, profundo ojo de felicidad, ¡qué sería de toda tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!”…“… , Zaratustra está ya maduro, mi hora ha llegado: -Ésta es mi mañana, mi día comienza: ¡asciende, pues, asciende tú, gran mediodía!» - -Así habló Zaratustra, y abandonó su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras montañas.”
No quisiera desarrollar de entrada estas incógnitas, simplemente las dejaré planteadas y a medida que vaya avanzando en la lectura avanzaré en mi interpretación de este y otros temas, que como ya había mencionado anteriormente son interpretaciones desde el corazón, y dirigidas a los amantes en primer lugar.
En la siguiente entrada, hablaré sobre la soledad en la que Zaratustra gozó sin DESCANSO durante diez años. Porque esto tiene una relación estrecha con el eterno retorno y no se puede dejar pasar por alto.
Como abrebocas les dejaré un poema que dejó Winsta de Juan Luis Panero en uno de sus comentarios en la bitágora de Antonio el pasado 30 de marzo :
A la mañana siguiente Cesare Pavese no pidió el desayuno
Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.

Dedico esta entrada con mucho aprecio a mi nueva amiga Odi Noyola, naturalmente con la aquiescensia de caballero de mi gran amigo Gustavo Figueroa ateniéndonos al viejo refrán de "las damas primero" pues esta edición iba dedicada a él.

martes, 10 de marzo de 2009

Solo se es en el éxtasis F.Nietzsche

Esta interpretación de “Así hablaba Zaratustra” es una lectura en primer lugar para AMANTES, y en segundo lugar para todos los demás.
Este libro desde su aparición pulverizó las bases del pensamiento filosófico.
Los sesudos y minuciosos análisis sobre esta obra sobran y están al alcance de la mano.

Pero no será la senda de la “cabeza” la que seguiré, será la del corazón.
El lenguaje del corazón será el que fluya en esta danza sencilla, será la sencillez y simplicidad del vuelo del polen en la oscuridad o en la luz, de la llama en el candil, la del roce suave del viento sobre la piel…

Será la maravillosa ofrenda a manos llenas para todos del pan y de la harina.

Esta lectura estará en contra de los usurpadores de lo que nos fue dado en su pureza y en abundancia: el agua lo era, el aire lo era, el día y la noche lo eran, el amor lo era…

Pero los usurpadores no han podido ni podrán tocar los manantiales virginales de la inocencia ni del juego del corazón, esa es nuestra ventaja y redención y esa es la canción que Zaratustra ha guardado para nosotros…
El Zaratustra es danza y es canción.

Es por excelencia un manual a corazón abierto para poetas.

“Cuando Zaratustra tenía treinta años abandonó su patria y el lago de su patria y marchó a las montañas.”
Estamos hablando con un filólogo consumado, cada una de sus palabras tiene el peso y el drama de su propia historia, y está puesta en su debido lugar como las notas de una composición musical, es una de las características por las que el pensador dijo que esta obra era eso, una composición musical, “abandonar la patria y el lago de la patria”, podríamos iniciar un seguimiento desde la historia para encontrar sentido a lo que es abandonar la patria, y hacer lo mismo para encontrar la simbología de lo que es abandonar el lago de la patria, pero en esta ocasión me limitaré por un lado a mencionar que tales vivencias se pueden encontrar ampliamente en “El Proceso” y en “El Castillo” dos novelas de F. Kafka, y por otro lado y sucintamente en unos versos de J.L.Borges en el poema “Patria”:

La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)

Por el momento para empezar a hilvanar la conversación me atendré a esto, que “abandonar la patria y el lago de la patria” es ser fulminado por el blanco y brusco relámpago del Olvido cuando el Eterno Espectador deja de soñarnos. La patria se basa en el mundo de la cultura, en la mega metáfora de la cultura y esta es una construcción espiritual tal cual como los sueños, por eso ella es el Eterno Espectador que nos sueña o puede dejar de soñarnos.
Fotograma de la película THE MATRIX

Pero esto no es ningún secreto, ni hay que acudir a técnicas extravagantes ni a retruécanos científicos ni intelectuales para ser fulminados por el blanco y brusco relámpago del Olvido, porque es una experiencia que todos ya hemos vivido luego de los primeros años de existencia, en la etapa de la vida cuando todos fuimos bebés. Lo que se hace complicado es volver allí luego de haber sido programados culturalmente, tan complicado se hace que sólo unos pocos han podido lograrlo: Zaratustra, Buda, Jesús… Ser de nuevo COMO niños en el juego…


Os Passos del pintor brasileño Suzart, visto en el blog: http://artsuzart.blogspot.com

Esto de irse a las montañas puede significar un aislamiento como se dice en el texto, pero también puede ser el inicio de un proceso que borrará la programación cultural, y puede ser un proceso de gozo que no fatiga cuando no es impuesto, cuando fluye con naturalidad. Cuando somos conscientes de que es un camino hacia el corazón.


“Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó,…”

Este es el núcleo de todo el universo de la obra de F. Nietzsche, LA TRANSFORMACION DEL CORAZON, y este será el tema de este blog de aquí en adelante.

martes, 3 de marzo de 2009

Así hablaba Zarathustra

Prólogo de Zaratustra
1
Cuando Zaratustra tenía treinta años abandonó su patria y el lago de su patria y marchó a las montañas. Allí gozó de su espíritu y de su soledad y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó, - y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así:
«¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!
Durante diez años has venido subiendo hasta mi caverna: sin mí, mi águila y mi serpiente te habrías hartado de tu luz y de este camino.
Pero nosotros te aguardábamos cada mañana, te liberábamos de tu sobreabundancia y te bendecíamos por ello. ¡Mira! Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan.
Me gustaría regalar y repartir hasta que los sabios entre los hombres hayan vuelto a regocijarse con su locura, y los pobres, con su riqueza.
Para ello tengo que bajar a la profundidad: como haces tú al atardecer, cuando traspones el mar llevando luz incluso al submundo, ¡astro inmensamente rico!
Yo, lo mismo que tú, tengo que hundirme en mi ocaso, como dicen los hombres a quienes quiero bajar. ¡Bendíceme, pues, ojo tranquilo, capaz de mirar sin envidia incluso una felicidad demasiado grande!
¡Bendice la copa que quiere desbordarse para que de ella fluya el agua de oro llevando a todas partes el resplandor de tus delicias!
¡Mira! Esta copa quiere vaciarse de nuevo, y Zaratustra quiere volver a hacerse hombre.»
- Así comenzó el ocaso de Zaratustra.