lunes, 22 de agosto de 2011

Religiones en el mundo


I
Copio este aparte de la descripción muy completa que se hace en Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Religi%C3%B3n acerca de la cantidad de las religiones y el número estimado de sus fieles en el mundo, cita necesaria para seguir en la construcción de esta interpretación y lectura del Zaratustra.
Ultimamente he publicado textos que no son de mi autoría considerando que son una oportuna ayuda para esta lectura del texto.
He de ser reiterativo en algunas de las citas del filósofo, sin que esto merme para nada ni desvíe del camino ya emprendido desde el inicio, después de todo, el principio ES el mismo camino, y su principio, y su final.
No olvidemos que el DESPERTAR del Zaratustra puede acontencerle  a cualquiera, acontecer que a lo largo de esta lectura a dejado mágicas pinceladas a modo de los maestros del sumi-e desde la poesía y desde la música y ahora se intenta desde la meditación.

“- Si este escrito resulta incomprensible para alguien y llega mal a sus oídos, la culpa, según pienso, no reside necesariamente en mí. Este escrito es suficientemente claro, presuponiendo lo que yo presupongo, que se hayan leído primero mis escritos anteriores y que no se haya escatimado algún esfuerzo al hacerlo: pues, desde luego, no son fácilmente accesibles. En lo que se refiere a mi Zaratustra, por ejemplo, yo no considero conocedor del mismo a nadie a quien cada una de sus palabras no le haya unas veces herido a fondo y, otras, encantado también a fondo": sólo entonces le es lícito, en efecto, gozar del privilegio de participar con respeto en el elemento alciónico(*) de que aquella obra nació, en su luminosidad, lejanía, amplitud y certeza solares.”
(De la genealogía de la moral)

(*)
"(...) ¡cómo podrían ellos echar en falta lo que nosotros, los otros, los alciónidas, echamos en falta en Wagner!: gaya scienza, pies ligeros, chispa, fuego y garbo; la gran lógica; la danza de los astros, el espíritu desatado, el trémolo febril de luz del Sur, la mar serena. Plenitud..."


Uno de los focos de lucha del Zaratustra es la dimensión de la divinidad, esa dimensión terreno de nadie que se ha querido parcelar desde la enfermedad del espíritu del sacerdote, lo grandioso es que Zaratustra vence y a lo largo de esta interpretación también se hará referencia y se dará parte de esta victoria.



II
Se dice entonces en este aparte de la Wikipedia:
“La mayoría de las diversas religiones gozan de buena salud en número de seguidores y su número ha aumentado en todo el mundo. En los países con anteriores regímenes comunistas la religión se ha revitalizado a una velocidad sorprendente como muestran los casos de Rusia y China.
No existen hasta la fecha unas estadísticas fiables del número de seguidores de las religiones del mundo. Cada religión suele aportar sus propios cálculos estimativos, que a menudo suelen sumar seguidores sin criterios demasiado científicos, tales como geografía, ritos tempranos de iniciación (bautismos, etc) o la pertenencia familiar. En la siguiente estadística se muestra el cálculo estimativo aportado por las diferentes religiones. A falta de datos actualizados, aquellas que no han hecho públicos sus cálculos muestran aquí el recopilado en el sitio adherents.com, dependiente de una organización cristiana evangélica estadounidense.
§  Cristianismo: 2.100 millones
§  Islam: 1.820 millones
§  Budismo: de 200 millones a 1600 millones
§  Hinduismo: 900 millones
§  Religión tradicional china: 394 millones
§  Religiones indígenas: 300 millones
§  Religiones afroamericanas: 100 millones
§  Sijismo: 23 millones
§  Espiritismo: 15 millones
§  Judaísmo: 13,3 millones
§  Baha'i: 5 millones
§  Gnosticismo: 6 millones
§  Jainismo: 4,2 millones
§  Sintoísmo: 4 millones
§  Caodaísmo: 4 millones
§  Zoroastrismo: 2,6 millones
§  Tenrikyō: 2 millones
§  Neopaganismo: 1 millón
§  Rastafarianismo: 0,6 millones

 

Opciones no religiosas

§  Secularismo/agnosticismo/ateísmo: 1.100 millones

III
Hay diferentes clasificaciones de las religiones, por ejemplo:
Por concepción teológica

§  Teístas: es la creencia en una o más deidades. Dentro del teísmo cabe distinguir entre:
§  Monoteístas: aquellas religiones que afirman la existencia de un solo Dios, que a menudo es creador del universo. Las religiones monoteístas más numerosas son el cristianismo y el islam. Otras más minoritarias son el judaísmo, zoroastrismo o la fe bahai.
§  Politeístas: creen en la existencia de diversos dioses organizados en una jerarquía o panteón, como ocurre en el hinduismo, el shinto japonés, o las antiguas religiones de la humanidad como la griega, la romana o la egipcia. También cabe incluir aquí la mayoría de corrientes del neopaganismo moderno.
§  Henoteístas: el orientalista alemán Max Muller acuñó éste término en el siglo XIX para referirse a la creencia en un sólo Dios en la que se admiten otras deidades, como sucedía en la antigua religión egipcia especialmente con Akenatón. Aunque ya en la época de Muller resultó un término problemático y quedó con el tiempo incluido académicamente dentro de politeísmo, panteísmo, etc. dependiendo del caso histórico. Actualmente, algunas sectas y cultos neopaganos han resucitado el término
§  Dualistas: aquellas religiones que suponen la existencia de dos principios o divinidades opuestos y enfrentados entre sí, aunque sólo uno de ellos suele ser merecedor de veneración por sus fieles mientras que el otro es considerado demoníaco o destructivo. Cabe incluir en esta categoría el maniqueísmo y el catarismo.

§  No teístas: Hay religiones como el budismo y el taoísmo, que desdeñan o rechazan la existencia de dioses absolutos o creadores universales, o bien les otorgan funciones menores o muy específicas (como, por ejemplo, la creencia taoísta en el Emperador de Jade). En ocasiones, estas deidades son vistas como recursos metafóricos utilizados para referirse a fenómenos naturales o a estados de la mente.
§  Panteístas: es la creencia de que el Universo, la naturaleza y Dios son equivalentes.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Caverna de Platon II

Los colores no existen
El cielo es azul, el atardecer naranja... ¿verdad? Los colores que usted ve no son siempre los mismos que los que ve otra persona, pues percibimos el color a través de nuestro cerebro, según le explicó a la BBC el neurocientífico Beau Lotto.
El color es una de las sensaciones más simples: hasta las aguamalasdetectan la luz sin siquiera tener un cerebro. Sin embargo, explicar la claridad y el color de una manera más general, es explicar cómo y por qué vemos lo que vemos. La primera cuestión a recordar es que el color realmente no existe... al menos no en sentido literal. Las manzanas y los coches de bomberos no son rojos, el cielo y el mar no son azules y ninguna persona es objetivamente "negra" o "blanca".
Lo que existe es luz. La luz es lo real.
Se puede medir, tener y contar (de cierta manera). Pero el color no es luz. El color es completamente fabricado por nuestro cerebro. ¿De qué color son los cuadritos realmente? Siga las instrucciones al lado.
¿Cómo lo sabemos? Porque una luz puede tomar cualquier color... en nuestra mente. He aquí un ejemplo. Mire la imagen de al lado, en la que hay cuatro cuadritos grises en la superficie superior del cubo de la izquierda y siete cuadritos grises en la superficie equivalente del cubo de la derecha.
Una vez esté convencido de que esos cuadritos físicamente son del mismo color (porque lo son), mire los cubos de abajo.
Lo que es asombroso es que ahora los cuadritos grises de la izquierda se ven azules, mientras que los mismos cuadritos grises de la derecha se ven amarillos.
Los cuadritos amarillos y azules de los dos cubos comparten la misma luz, no obstante, se ven muy distintos.
Memorias de colores
El color es posiblemente nuestra mejor creación, una que fue engendrada en base a nuestras experiencias pasadas.

Ésa es la razón por la cual vemos ilusiones ópticas, pues, cuando uno ve una imagen de algo ya visto en "la vida real" antes, el cerebro se comporta como si los objetos en las imágenes fueran igual de reales.
Si usamos experiencias pasadas para entender la luz, ¿cuán pronto podemos aprender a ver a la luz de forma diferente?
La respuesta: toma apenas unos segundos. Para demostrarlo, intente la siguiente ilusión óptica. Primero, note -en la imagen que está abajo- que las dos escenas en el desierto tiene exactamente la misma composición de color. El cielo en ambas es azulado y el desierto, amarillento.
Sin embargo, si usted fija su vista sólo en el punto que está entre los cuadrados rojo y verde por 60 segundos, y luego mira el punto que está entre las dos escenas del desierto, los colores de las dos imágenes idénticas del desierto lo dejarán estupefacto.
Entre más enfocado esté al mirar el punto entre los cuadrados verde y rojo, mejor será la ilusión subsecuente. Las escenas del desierto cambian de color porque su cerebro incorporó su reciente historia de rojo a la derecha y verde a la izquierda, y la aplica a las imágenes de abajo, al menos por un rato.
Los dos ejemplos anteriores plantean una posibilidad intrigante. Quizás el color es más fundamental para nuestro sentido de identidad de lo que pensábamos. Y efectivamente, lo es.
No se puede olvidar que el color ha sido parte del corazón de la evolución durante millones de años. Piense en la relación entre los insectos y las flores (las flores son de colores para su beneficio, no el nuestro), o en todos los diferentes colores de los animales y cómo o les sirve para camuflarse o para, como el pavo real, distinguirse para atraer la atención.
Piense en los colores de la ropa que tiene puesta... y por qué los está usando. Toda la industria de la moda, cosméticos y diseño se basan en el color.
¿De qué color es la felicidad?
Lo que esto significa es que nuestra percepción más simple nos ha hecho lo que somos. Más que eso, y esto es realmente asombroso, el color -acuérdese de que no existe- ha moldeado el tejido físico del mundo y ha sido el núcleo de la cultura humana.
Debido a nuestra íntima relación con el color, la gente se ha estado preguntando por siglos si usted ve lo que yo veo.
La respuesta nos revelaría no sólo muchísimo acerca de cómo funciona nuestro cerebro, sino también acerca de quiénes somos nosotros como individuos, así como sociedades.
Para el programa de la BBC Horizon, en mi laboratorio creamos varios experimentos únicos para un grupo de 150 personas -de distintas edades, colores, sexo y orígenes- para explorar si todos vemos los colores de la misma forma.
Lo que descubrimos nos sorprendió, aunque no hay que olvidar que nuestros hallazgos son apenas el principio de la respuesta.
En un experimento en el que se probaba la relación entre las emociones y el color, hallamos que casi todos los adultos le asignaron amarillo a la felicidad, azul a la tristeza y rojo a la furia (sorpresa y temor, que son las otras dos emociones universales no tenían un color obvio). Aunque los niños seguían la misma tendencia, sus selecciones eran mucho más mezcladas y variables.
Por otro lado, casi todo el mundo (viejo y joven) mostró una relación similar entre el color y el sonido, dándole a los tonos más bajos azul oscuro y a las notas altas amarillo brillante.
En otras palabras, la gente parece tener mapas mentales internos entre el color y otras cualidades perceptivas, como el sonido y la forma. Increíble, dado que estas relaciones no existen en la naturaleza.
Estructuras de colores
La percepción del color hace que, sin importar bajo qué luz veamos el banano, siempre nos parecerá amarillo.
En otro experimento, le pedimos al grupo ubicar 49 bloques de color en una superficie que tenía 49 espacios. Ninguna otra instrucción.
El número de imágenes posibles que se podían crear era 10 a la 62 potencia: una cantidad enorme.
Lo que es extraordinario es que la gente hizo patrones que eran muy predecibles, pues todos agruparon los colores de acuerdo a su similitud. ¿Por qué?
Porque tenemos una necesidad inherente de estructura y, en particular, de estructuras que nos son familiares, en este caso estructuras que son parecidas a las matemáticas de las imágenes en la naturaleza.
Otra prueba exploraba las bases de la visión de color, para ver si había diferencias individuales en el simple acto de detectar la luz.
"(En detección de luz) no sólo las mujeres son más sensibles que los hombres, sino también que las mujeres que están más en control son significativamente mejores que las que se sienten impotentes"
Lo que descubrimos es que no sólo las mujeres son más sensibles que los hombres, sino también que las mujeres que están más en control son significativamente mejores que las que se sienten impotentes.
Un resultado notable, si uno piensa que sólo está hablando de detección de luz. Examinamos además si el color puede alterar la sensación del paso del tiempo. Nuestras observaciones iniciales indicaban que un minuto es más largo para los hombres que para las mujeres... unos 11 segundos más largo, en promedio.
Pero un minuto fue más largo tanto para los hombres como para las mujeres si estaban bañados de una luz roja, en vez de una azul. Este efecto probablemente está vinculado a la excitación, dado que se sabe que el rojo y el azul producen diferentes niveles de excitación.
¿Engañados?
Las flores son de colores para su beneficio, no el nuestro. Así que todos vemos el mundo de una forma distinta. De hecho, no tenemos otra opción, dado que nuestras experiencias son diferentes.
Pero ninguno lo ve como es.
En ese sentido, todos vivimos engañados: lo que cada uno de nosotros ve es un significado derivado de nuestras historias individuales y compartidas.
Esta realidad, quizás más que cualquier otra cosa, provee un argumento irrefutable para celebrar la diversidad, más que para conformarse por temor.
Y eso es liberador, pues saberlo le da la libertad de asumir la responsabilidad por sus percepciones futuras sobre sí mismo y sobre los demás.
Fuente: 

martes, 9 de agosto de 2011

Caverna de Platon I


MORFEO: Ya era hora. Bienvenido, Neo. 
Como ya habrás imaginado yo soy Morfeo.

NEO: Es un honor conocerte.

MORFEO: No. El honor es mío. 
Por favor pasa. Siéntate. 
Supongo que ahora, te sentirás un poco como Alicia... cayendo por la madriguera del conejo. ¿Hmm?

NEO: Se podría decir que sí. (Es posible)
MORFEO: Puedo verlo en tus ojos. 
Tienes la mirada de un hombre que acepta lo que ve porque espera despertarse.  
Irónicamente, no dista mucho de la realidad ¿Crees en el destino, Neo?

NEO: No.

MORFEO: ¿Por qué no?

NEO: No me gusta la idea de no ser yo el que controle mi vida.

MORFEO: Sé exactamente a lo que te refieres.
Te explicaré por qué estás aquí. 
Estás porque sabes algo. Aunque lo que sabes no lo puedes explicar. Pero lo percibes.  Ha sido así durante toda tu vida. 
Algo no funciona en el mundo. No sabes lo que es, pero ahí está. Como una astilla clavada en tu mente,  y te está enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hasta mí ¿Sabes de lo que estoy hablando?

NEO: ¿De Matrix?
MORFEO: ¿Te gustaría saber  lo que es?  Matrix nos rodea.  Está por todas partes  incluso ahora, en esta misma habitación.  Puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla, cuando vas a trabajar cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. 
Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad.
NEO: ¿Qué verdad?

MORFEO: Que eres un esclavo, Neo.  
Igual que los demás, naciste en cautiverio, naciste en una prisión que no puedes ni oler, ni saborear, ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar lo que es Matrix.  Has de verla con tus propios ojos.  Esta es tu última oportunidad.  Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul fin de la historia (La historia acabará) Despertarás en tu cama y creerás, lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda  lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más.