martes, 7 de abril de 2009

Cuando el Inicio es el Final


Una de las facetas apasionantes de la lectura del Zaratustra es que de entrada nos recibe uno de los grandes misterios de la humanidad: la DISOLUCION del grillete hipnótico del TIEMPO LINEAL de la historia y de la cultura.
Es un libro que EMPIEZA por el FINAL o FINALIZA por el COMIENZO o lo que es lo mismo no hay comienzo ni tampoco hay final.
De una vez se vive en la dimensión del eterno retorno o en el misterio de los anillos, es una obra de un empezar frenético y constante, ETERNO.
Veamos un poco lo que hay al final del libro en el capítulo de El Signo:
“ A la mañana después de aquella noche Zaratustra se levantó de su lecho, se ciñó su cinturón y salió de su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras montañas.«Tú gran astro, dijo, como había dicho en otro tiempo, profundo ojo de felicidad, ¡qué sería de toda tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!”…“… , Zaratustra está ya maduro, mi hora ha llegado: -Ésta es mi mañana, mi día comienza: ¡asciende, pues, asciende tú, gran mediodía!» - -Así habló Zaratustra, y abandonó su caverna, ardiente y fuerte como un sol matinal que viene de oscuras montañas.”
No quisiera desarrollar de entrada estas incógnitas, simplemente las dejaré planteadas y a medida que vaya avanzando en la lectura avanzaré en mi interpretación de este y otros temas, que como ya había mencionado anteriormente son interpretaciones desde el corazón, y dirigidas a los amantes en primer lugar.
En la siguiente entrada, hablaré sobre la soledad en la que Zaratustra gozó sin DESCANSO durante diez años. Porque esto tiene una relación estrecha con el eterno retorno y no se puede dejar pasar por alto.
Como abrebocas les dejaré un poema que dejó Winsta de Juan Luis Panero en uno de sus comentarios en la bitágora de Antonio el pasado 30 de marzo :
A la mañana siguiente Cesare Pavese no pidió el desayuno
Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.

Dedico esta entrada con mucho aprecio a mi nueva amiga Odi Noyola, naturalmente con la aquiescensia de caballero de mi gran amigo Gustavo Figueroa ateniéndonos al viejo refrán de "las damas primero" pues esta edición iba dedicada a él.

11 comentarios:

Aristos Veyrud dijo...

A petición de Odi suprimí la foto que la representaba, desafortunadamente al hacerlo se borró también su comentario y el comentario que había dejado Sandra.
Bien Odi tu deseo ha sido cumplido y siempre serás recibida con el aprecio y cariño que has despertado en este Iniciado dionisiaco.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Muy interesante lo que nos dices del Zaratutra, sobre el eterno retorno y su soledad. Como veo que te interesas por el tema de la soledad del genio, cuando publiques ese artículo, puedes enlazarlo con el de Soledad y con el mío, que ya, como sabes, algo hemos dicho. Así uniríamos Costa Rica con España. Sería un placer.

Un abrazo,

Antonio

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Me dispongo, por fin, a contestar, en la medida de mis conocimientos, a tu interesante comentario del 28 de Marzo, en mi espacio, sobre esas diferencias entre Griegos y Romanos, con las creencias cristianas de por medio.

Vamos a ver:

Los griegos eran fundamentalmente pensadores, y, cuando salían de sus tierras, no era para conquistar nuevas tierras, sino para encontrar sitios donde la vida les fuese más fácil. Por eso eran colonizadores comerciantes, pero nunca guerreros conquistadores, con la excepción, quizá, de Alejandro Magno. Pero éste no pertenece a la Época Clásica, sino al Helenismo, que es posterior, que es cuando ya empieza la decadencia cultural de Grecia.

Los Romanos, por el contrario, eran más conquistadores que otra cosa. Les importaba ampliar las tierras sometidas a ellos, con intereses económicos, como es lógico. Para ellos la conquista era fundamental. La expansión de su cultura era un asunto secundario.

Los tópicos de las películas de “Romanos” corresponden a una Roma ya en los inicios de la decadencia, a los comienzos del Imperio, cuando la cultura empezará muy pronto a perder categoría. Los grandes clásicos se sitúan entre finales de la República y comienzos del Imperio, a caballo entre el siglo I aC. y el I dC.

No sé si he satisfecho tus inquietudes, pero he hecho lo que he podido.

Un abrazo desde España,

Antonio

Aristos Veyrud dijo...

Bienvenido Miguel D´Oleo a la fiesta del Zaratustra! espero que los elíxires servidos por las Bacantes te mantengan al son de los tambores en el aquelarre hasta que aparezca LA AURORA. Ya Odi me dejó tu tarjeta de presentación: estás enamorado.

Annabell Manjarrés Freyle dijo...

Hola, estoy de paso el día de hoy....

gracias por tu comentario en mi blog y por seguirme...

Es muy interesante la propuesta de tu blog

Besos!!

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

♣^^¡infinitas gracias Sabio caballero! principalmente por sus "interpretaciones desde el corazón, y dirigidas a los amantes en primer lugar". Wao! ke ¡Ternura! es es usted. ¡Bonitos instantes ojala tengais! muuax^^♣

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

...T.T :{...aaai cuanto lo lamento por el comentario tan preciado de la estimada -Sandra- T.T... Hare casi lo ke usted me pida. Soy su servidora akí estare a los pies suyos y de este Iniciado dionisiaco... Muuuaaax♣
Ahora mismo me paso por su otro blog. Sorry T.T y ¡gracias! :(...

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Dilman,

Estoy ansioso de conocer cómo se desarrollan las andanzas de Zaratustra. Nietszche fue en mis años juveniles uno de mis autores proferidos. Quizá el libro mejor que he leído en mi vida es el "NIETSZCHE" de Karl Jaspers, toda una maravilla de libro. Fue mi introducción a este autor. A partir de él, me leí todo lo que encontraba en lengua conocida.

Un abrazo,

Antonio

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

♦^^¡Felices instantes ojala tengais divino caballero!^^♦

Isabel Barceló Chico dijo...

Hubiera jurado que dejé un comentario... Con todo, no me extraña que no esté, pues a veces, al poner la verificación de la palabra me equivoco y, sin darme cuenta, salgo.
Muy bello el poema sobre Cesare Pavese. La muerte deseada es para nosotros, a veces, un enigma. Y es doloroso pensar que alguien pueda temer menos a la muerte que a la vida. Un abrazo muy fuerte.