miércoles, 29 de diciembre de 2010

Andante con moto

Un…dos…tres…!!!Fuera!!!!!
Se clasifica la historia de la humanidad en la edad de piedra, la de bronce, la de hierro…¿la electrónica?
Sabemos que en el fondo siempre hemos estado en una edad: la de la sangre.
En medio del horror hay una semilla, la de los cultores de la paz y la felicidad entre la humanidad.
Qué tan lejos estemos de ese propósito no nos desanima.
Nuestra era llegará.
Tomo este video del bailarín ucraniano Sergei Polunin de la Royal Opera House para ilustrar la posibilidad y capacidad que tenemos todos los humanos de dar el gran salto, nuestro gran salto.
Cuidar cada una de nuestras partes, usarlas amorosamente, empezando por nuestros pies o por nuestros ojos, concentrados en un objetivo.
Ensayar una y otra vez…una vez...dos veces…y a la tercera…


También dejo este otro video del recordado super comediante Cantinflas quien en la película “Si yo fuera diputado” muestra una escena donde es perseguido por los guardias de un teatro que lo quieren expulsar del lugar, repentinamente en la persecución llega al frente de la orquesta y se ve obligado a dirigirla sin ser director de orquesta, según la parodia sin saber lo que hacía termina por dirigir nada menos que la “Rapsodia Húngara No 2” para orquesta de F. Liszt. El resultado, una de las mejores versiones interpretativas de esta pieza a cargo de la sinfónica de la época del cine mexicano, no pude identificar la versión, aunque a modo de especulación algunos me dicen que puede ser de H. Karajan pero es mera suposición. 
El gran comediante caricaturizando el papel de un director de orquesta nos muestra el manejo y concentración de energías que se requiere para estas tareas. 
El humor va de la mano de la sorpresa. 
La sorpresa sacude la monotonía y el aburrimiento, también desde el humor se puede dar el gran salto, que lo diga el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Diapsálmata


Hoy mi día partió de una certeza solar:
Tu boca
(Luna y rosa luminosa
de mis arrebatos y tormentas)

Los enigmas efímeros de la luz en el rocío,
florecen en las eternidades del diamante.

Voy hacia los vientos verdes,
allá el celo de tu lengua
y tus dientes de leona,
colgarán sobre el bronce
de mi cuello en estampida,
un collar de amorosas esmeraldas.
Dilman


“Juntóse boca con boca
Allí se salía el alma”
De la ópera Tristán e Isolda

“Ya que nunca he sentido la verdadera felicidad del amor, pretendo erigir un monumento al más bello de los sueños, un monumento en el que este amor esté saciado convenientemente de principio a fin; he concebido en mi mente Tristán e Isolda, la más simple pero también más viva creación musical”. 12-1854
De R. Wagner a su amigo y confidente Franz Liszt


“A la princesa Ariadna, mi amada. 
Es un prejuicio que yo sea un ser humano. 
Pero ya he vivido entre los hombres y conozco todo lo que los hombres pueden experimentar, desde lo más mínimo hasta lo más alto. 
Yo he sido entre los indios Buda, en Grecia Dionisos, Alejandro y Cesar son mis encarnaciones, igual que el poeta de Shakespeare, Lord Bacon. 
Por último fui además Voltaire y Napoleón, quizás también Richard Wagner... 
Pero esta vez vengo como el triunfante Dionisos, que hará de la Tierra un día festivo... 
No es que tenga mucho tiempo... 
Los cielos se alegran de que yo esté aquí... 
También he estado colgado en la cruz...”
Carta de F. Nietzsche a la Sra. Cósima Wagner.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La Gran Fuga

Zaratustra está transformado,
Zaratustra se ha convertido en un niño,
Zaratustra es un despierto:
¿qué quieres hacer ahora entre los que duermen?
En la soledad vivías como en el mar, y el mar te llevaba.
Ay, ¿quieres bajar a tierra?
Ay, ¿quieres volver a arrastrar tú mismo tu cuerpo?
Zaratustra respondió: «Yo amo a los hombres.»
¿Por qué, dijo el santo, me marché yo al bosque y a las soledades?
¿No fue acaso porque amaba demasiado a los hombres?
Ahora amo a Dios: a los hombres no los amo.
El hombre es para mí una cosa demasiado imperfecta.
El amor al hombre me mataría.
Zaratustra respondió:
«¡Qué dije amor! Lo que yo llevo a los hombres es un regalo.»


























A ¿En qué tonalidad empieza?
B No hay tonalidad
A ¿No hay tonalidad? No se puede componer música sin tonalidad.
B Esta sólo puedo componerla sin ella, es un compás común, molto adagio, sotto voce, el primer violín negras, Do central sube a La, un compás, Sol sube a Do ligado, Fa, segundo violín barra dos, Do central sube a La, doble nota Mi Sol, Do
A Listo!
B Clave de la viola, Silencio de dos tiempos.
A Es un himno!
B Sí un himno de acción de gracias
A ¿De acción de gracias?
B A Dios por dejarme vivir para acabar mi obra. 
Después del pianissimo se reanuda el canon, el primer violín toca el tema, la viola Do a La va creciendo ganando fuerza, segundo violín Do a La
A ¿Una octava más arriba?
B Sí, y llega la lucha, primer violín Do sube una octava! Y luego sube a Sol! Y el violonchelo…
A Baja
B Sí baja…arrastrado hacia abajo blancas Fa Mi Re  constantemente hacia abajo, y entonces! Una voz, surge una voz sola y frágil elevándose por encima de la estrofa, la lucha continúa
A
B Bajo la superficie
A ¿Crescendo?
B Sí, el primer violín anhela, le suplica a Dios, y entonces Dios responde, las nubes se abren, bajan unas manos amorosas y te elevan hacia el cielo! El chelo permanece en la tierra, en cambio las demás voces se elevan flotando…
A Por un instante…
B Sí…por un instante en el que se puede vivir eternamente…la tierra deja de existir…el tiempo no tiene límites…y las manos que te han elevado te acarician la cara, se amoldan a la cara de Dios…y estás en armonía…estás en paz…y finalmente eres libre…
A …Sí