miércoles, 17 de febrero de 2010

Dios ha muerto


“Zaratustra bajó solo de las montañas sin encontrar a nadie…”

Seiscientos voluntarios desafiaron al frío para posar desnudos en el Glaciar Aletsch, en los Alpes suizos y así llamar la atención sobre los impactos del cambio climático. Los voluntarios participaron en la más reciente instalación del fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, quien está colaborando por primera vez con Greenpeace, informó la organización ambientalista.
Tunick creó un vínculo simbólico entre los voluntarios y los glaciares, los cuales se están derritiendo como resultado del cambio climático.

I
Hay diferentes maneras de leer al Zaratustra.
Por esto las innumerables interpretaciones que el texto tiene.
Reitero de nuevo, que esta interpretación
sigue siendo y seguirá siendo para amantes en primer lugar…
un manual a corazón abierto para poetas.

Sucede con la irrupción (explosión) de los grandes espíritus,
lo mismo que ocurre con los impactos de los asteroides en la tierra,
un desorden súbito de lo previamente acordado,
el inevitable desacomodo de la lógica preestablecida.

S. Freud nos habló acerca de su obra
como la abertura de la tercera herida narcisista a la humanidad.
Con el Zaratustra afirmo que se abre la cuarta herida:
La denuncia descarnada del abandono completo del corazón humano
de la divinidad y que se acuña en la explosiva frase:
“Dios ha muerto”

Tanto creyentes como los no creyentes en lo que los creyentes creen, han capitalizado esta frase para muto beneficio, condenando o alabando al filósofo, pero tal cual como lo hace el desahuciado no está por demás una tercera opinión, y esa será la que presenciaremos en los sucesivos trabajos sobre este aparte 2 del Zaratustra.

Ser hijo de los dioses nos hace herederos
de lo sagrado, pero lo hemos olvidado,
es desde esta riqueza que brotan estas palabras
y este diálogo a todas vistas nada profano,
pero posiblemente colmado de redención:



II

“Nosotros los que conocemos
somos desconocidos para nosotros mismos:
esto tiene un buen fundamento.
No nos hemos buscado nunca,
-¿cómo iba a suceder que un día nos encontrásemos?
-Con razón se ha dicho:
«Donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón»;
nuestro tesoro está allí donde se asientan las colmenas de nuestro conocimiento. Estamos siempre en camino hacia ellas cual animales alados de nacimiento
y recolectores de miel del espíritu,
nos preocupamos de corazón propiamente de una sola cosa
-de «llevar a casa» algo.
En lo que se refiere, por lo demás, a la vida,
a las denominadas «vivencias»,
- ¿quién de nosotros tiene siquiera suficiente seriedad para ellas?
¿O suficiente tiempo?
Me temo que en tales asuntos jamás hemos prestado bien atención «al asunto»:
ocurre precisamente que no tenemos allí nuestro corazón
-¡y ni siquiera nuestro oído!
Antes bien, así como un hombre divinamente distraído y absorto a quien el reloj acaba de atronarle fuertemente los oídos con sus doce campanadas del mediodía, se desvela de golpe y se pregunta «¿qué es lo que en realidad ha sonado ahí?»,
así también nosotros nos frotamos a veces las orejas
después de ocurridas las cosas y preguntamos,
sorprendidos del todo,
perplejos del todo,
«¿qué es lo que en realidad hemos vivido ahí?»,
más aún, «¿quiénes somos nosotros en realidad?»
y nos ponemos a contar con retraso, como hemos dicho,
las doce vibrantes campanadas de nuestra vivencia,
de nuestra vida, de nuestro ser
-¡ay!, y nos equivocamos en la cuenta...
Necesariamente permanecemos extraños a nosotros mismos,
no nos entendemos, tenemos que confundirnos con otros,
en nosotros se cumple por siempre la frase que dice
«cada uno es para sí mismo el más lejano»,
en lo que a nosotros se refiere no somos «los que conocemos»...”
(De la genealogía de la moral)


III

“- Si este escrito resulta incomprensible para alguien y llega mal a sus oídos, la culpa, según pienso, no reside necesariamente en mí. Este escrito es suficientemente claro, presuponiendo lo que yo presupongo, que se hayan leído primero mis escritos anteriores y que no se haya escatimado algún esfuerzo al hacerlo: pues, desde luego, no son fácilmente accesibles. En lo que se refiere a mi Zaratustra, por ejemplo, yo no considero conocedor del mismo a nadie a quien cada una de sus palabras no le haya unas veces herido a fondo y, otras, encantado también a fondo": sólo entonces le es lícito, en efecto, gozar del privilegio de participar con respeto en el elemento alciónico(*) de que aquella obra nació, en su luminosidad, lejanía, amplitud y certeza solares.”
(De la genealogía de la moral)

(*)
"(...) ¡cómo podrían ellos echar en falta lo que nosotros, los otros, los alciónidas, echamos en falta en Wagner!: gaya scienza, pies ligeros, chispa, fuego y garbo; la gran lógica; la danza de los astros, el espíritu desatado, el trémolo febril de luz del Sur, la mar serena. Plenitud..."

23 comentarios:

Gizela dijo...

Metaesteta!!!!!
A ti no hay que darte permiso para tomar un descanso...vuelves revolviendo el universo jajaja
Y como al revolver el universo y el alma, se despeñan muchas aristas...esto para una simple como yo...hay que leerlo en varias tandas jajaja
Pero mejor, así tendré la excusa de dejarte más besos jajajaja
Wagner,Die fröhliche Wissenschaft, chispazos, espíritus desatados ... jajaja
Bueno de ese "desatado", de alma, algo sabemos
Lo vivimos, lo lloramos, lo reímos, lo perdonamos...
Es vivir en poesía, es sufrirla y disfrutarla
Usarla como daga que hiere y como bálsamo que cura.
Pero viene a tener la misma raíz, porque nunca se conocerá el mar tranquilo y pleno, sino se sufre la tormenta, entre sus aguas.
Y aun en plena calma, nunca permitir que el corazón deje de hervir...
Y en ese hervidero, sumergirnos, sin culpas por la vida, por los sentires.
Agarrarnos de esos chispazos para iluminar los pasos, borrando lo gris de lo acomodaticio que siempre nos persigue, vestido de fatua seguridad.
Besotes chispeantes Metaesteta

SIL dijo...

La confirmación absoluta de esa denuncia descarnada (del abandono completo del corazón humano de la divinidad) , no sólo se acuña con la tremenda frase: “Dios ha muerto”...
basta con tomar una fotografía del mundo (de cada rincón de él) , mi maravilloso SEÑOR DE LETRAS.

No empañaré la joya que has publicado hoy con palabras vanas.
Te leo y te extraño.

Un gran abrazo.

SIL

Sandra Figueroa dijo...

Me encanta leer a Zaratustra. Y si Dios no a muerto, creo que esta dormido. Fue un placer leerte. Cuidate, Saludo y beso a la distancia.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

El eterno misterio de lo humano, la búsqueda de su sabiduría, el trascender de un modo consciente y volver a ser un ser mortal y tan humilde como el pobre vaciado de sabiduría; volver a ser humilde pero no ignorante. De qué le serviría al Zaratustra su sabiduría si no hubiera tenido cómo utilizarla? La elevación en sabiduría de Zarahustra acaso no fue un acto de descubrirse también a si mismo, y, después, de tener la valentía de cuestionar y desajustar todo el orden establecido?
En fin, la historia del hombre nos ha dejado referentes extraordinarios como el Zaratustra y el hombre continúa en la eterna búsqueda de su identidad y de la sabiduría.
Siento un malestar en el estomago al dejar este comentario porque temo correr el riesgo de ser profano, como en efecto lo soy, en estos terrenos de la filosofía.
Gracias maestro por tu luz.

Gustavo Figueroa V.
Gävle, Suecia.

Sandra Figueroa dijo...

Paso a dejar un saludo y beso a la distancia. Cuidate.

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Muy sólido y bien estructurado tu excursus, que gracias a dios he comprendido. Me resulta muy interesante el recorrido de autores y pensamientos que haces...Enhorabuena por tu blog...un abrazo de azpeitia

elena clásica dijo...

Querido Dilman:;

En la misma línea de tu entrada anterior, volvemos al momento álgido que supone la filosofía de Nietzsche, como reconoció Freud.
¿Será el hombre capaz de hacerle frente a la realidad de su voluntad de poder?
Desde el tono poético en el que nos habla el filósofo, hay un momento que me llama profundamente la atención, es el de la importancia de los símbolos de la serpiente y el águila; y si me permites que me vaya al terreno de la Poesía a la que amo, se me vienen a la cabeza unos versos del también profético José Martí:

"Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno".

¿Y bien? ¿Es que hay símbolos que rozan nuestros subconsciente y son los únicos capaces de despertar nuestra alma dormida y de salir del duelo que nos ha propiciado la muerte de Dios?

Querido Dilman, un besazo para ti.

alfonso dijo...



Agradecido por tu visita y comentario.
El otro día, ya leí con interés. Escribes para la reflexión.

Saludos

CristalRasgado ____________________________________
LaMiradaAusente

Sandra Figueroa dijo...

Saludo y beso a la distancia, cuidate amigo.

Sandra Figueroa dijo...

Que tengas lindo fin de semana Dilman. Paso a dejarte saludo y beso amigo. Cuidate.

Sandra Figueroa dijo...

Dilman, gracias por estar siempre. Te dejo un beso, cuidate amigo.

Sandra Figueroa dijo...

Saludo y beso hasta la Bella Costa Rica. Cuidate amigo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Un tema muy interesante, querido amigo, del que apenas me atrevo a opinar. Creo que existe algo sagrado, porque lo he sentido a veces ante un paisaje, pero, sobre todo, en lugares donde han habitado hombres remotos. Quizá lo sagrado seamos nosotros mismos y lo que nosotros mismos seamos capaces de sacralizar. Un abrazo muy fuerte.

Anónimo dijo...

Nos pusiste a pensar con todo lo que dejaste en esta entrada…
Hay mucho para filosofar y pensar en tu blog.

Un placer leerte.

Saludos.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Paso a decir algunas palabras sobre el atinado comentario que has hecho en mi espacio sobre Matrimonium versus patrimonium.

Como siempre, tus aportaciones dan un punto de vista nuevo y enriquecedor a lo que uno expone o dice. Me han gustado mucho esas referencias que das sobre el desplazamiento del significado de las palabras, desde el punto de vista filosófico, aportando autores y argumentos sólidos y reconocidos por todos.

Paso ahora a comentar el Dios ha muerto de Nietzsche, que publicas en tu espacio. Pues es muy cierto que, muchas veces, creyéndonos que conocemos a los demás y a lo demás, nos olvidamos del principio délfico del Conócete a ti mismo, y nos olvidamos de que somos extraños en nuestra propia casa, y desconocidos para nosotros mismos. Y eso pasa porque estamos rodeados de Zaratustras que predican y hablan –son todos los demás-, sin que nadie les haga caso ni los escuche. Y esos sordos a las palabras que nos vienen de fuera somos muchas veces nosotros mismos, porque en este mundo en el que vivimos actualmente, casi nadie escucha a nadie, por mucho que sean numerosos los que hablan.

En este sentido yo añoro la Sociedad Antigua, la de los Griegos, que se pasaban el día en la calle, conversando con los demás, y también escuchándolos. Y viene a cuento aquí ahora un frase de Sócrates, que aparece en un Diálogo de Platón (cito de memoria): a mí no me importan los campos, a mi me importa la Ciudad, porque en la ciudad hay hombres.

Como siempre, amigo Dilman, es un placer grande leerte.

Te envío un cordial saludo desde esta lejana, y próxima al mismo tiempo, España.

Antonio

Sandra Figueroa dijo...

Que pases un lindo fin de semana amigo Dilman. Gracias por estar. Besos, cuidate.

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Dilman,

Tengo que darte las gracias por varios motivos: el primero, por ser de más actualidad, es la delicadeza que has tenido en ofrecernos esa hermosa poesía de F. García Lorca en honor a la recién nacida Carla, que nos ha llenado a todos de alegría. Como habrás podido comprobar, ya está instalada en la columna lateral, en lugar de privilegio.

En segundo lugar tengo que manifestarte mi profunda admiración por ese comentario tan atinado y tan profundo, al mismo tiempo que transparente, que haces sobre el tema que estamos ahora, entre todos, tratando en mi espacio. Cuando uno tiene amplios conocimientos, como es tu caso, ello queda transparente y diáfano al transmitir ideas y pensamientos que son capaces de hacer la síntesis de lo que aparentemente es imposible de unificar. Tú has conseguido volar alto, y desde una perspectiva amplia, has sabido aunar amor, sexos, evolución, instinto de conservación y todo lo demás.

Cuando te pones a escribir, uno, o por lo menos yo, tiene la impresión de que está leyendo a un Presocrático, por el rigor y la clarividencia de lo que expresas, y la forma de expresarlo.

Queda para más tarde, cuando tenga mis pensamientos suficientemente esclarecidos, dedicar una ENTRADA a comentar todas las soberbias opiniones que están apareciendo en ésta, vuestra casa, en forma de comentarios a lo que yo, desde mis humildes, pero apasionados, conocimientos, he intentado exponer.

Recibe mi más profunda admiración, mi sincera amistad, y también mi agradecimiento.

Antonio

Clara dijo...

Hay diferentes maneras de leer al Zaratustra.
Reconozco que lo hice con intensidad hace muchos años...Y no lo he vuelto hacer
Ser hijo de los dioses nos hace herederos
de lo sagrado. Y también , lo olvidamos...
Permanecemos distraidos, inmersos en relojes, con prisas y mirando no se sabe muy bien dónde, pero atraídos por la bulla de fuera...

Es un placer leerte.

Bss

Allek dijo...

hola!
te invito a que pases por mi casa
te dejo un fuerte abrazo!!!

Nati dijo...

ME LLAMO NATI Y ME HA ENCANTADO TU BLOG, HE ENCONTRADO UN AMBIENTE MUY CALIDO ES COMO ESTAR EN CASA DESPUES DE TIEMPO, TE FELICITO POR LO QUE HAS CONSEGIDO Y ME QUEDO COMO SEGIDORA SE ESTÁ BIEN AQUÍ.
YO TENGO UN BLOG AL QUE ME GUSTARÍA INVITARTE SE LLAMA:" LOS CUENTOS DE NATI", SI TE GUSTA SERÍA UN HONOR QUE TE QUEDARAS,
HASTA PRONTO BESOS NATI.

Penélope Sierra dijo...

Siempre me llevas a tu terreno donde pensar se hace fácil y lleno de belleza.

Un abrazo Dilman.

Penélope Sierra dijo...

Por cierto, después de mi viaje, llevaba días intentado dejar un comentario , vengo te leo, pero no hay formas, pero hoy si!

Otro abrazo.

Anónimo dijo...

Ay, recuerdo la descomunal impresión que me dejó Así habló Zaratustra la primera vez que lo leí. Tenía menos de 18 y tal como lo muestras en este excelente post sentí que se me abría una herida que ni sabía tenía... y junto con ello me impregnó un "no sé que" revelador y embragiador. Me ha estremecido leer esta entrada pues, sin tener conciencia de ello y guardando las proporciones, esto de la Sed que he escrito está vinculado a lo que se plantea aquí... y me han entrado unas ganas terribles de reencontrarme con Zaratustra nuevamente. Siento que la controvertida frase: Dios ha muerto, es más sagrada que todos los rosarios, todas las iglesias y todas las oraciones, hay en ella una Sed muy grande y una conciencia de pérdida de la fuente divina que es, precisamente, la conciencia que le falta a la humanidad para salir del sufrimiento.
Muchos y grandes cariños para ti!