Expulsión de Eva y Adán del Paraíso de William Blake
La moral como límite de libertad:
Las reglas morales son cosas que le decimos a los demás que no pueden
hacer, aunque a veces digamos que es por su propio bien, "utilizamos la
moralidad como un método para limitar la conducta de los demás".
Tenemos un sistema muy elaborado para determinar lo que es malo, se trata
del sistema de juicio moral. Pero lo verdaderamente importante es que también
hay muchos otros sistemas en el cerebro que guían el comportamiento. A todos
nos gustan hacer muchas cosas diferentes, incluso si hemos declarado
previamente al mundo que pensamos que esas cosas son malas, y que se debería
castigar a quienes las hacen. Lo que se obtiene entonces son incoherencias en
las posturas morales que se deben a que vamos por el mundo usando nuestros
sistemas de juicio moral para imponer coerción y evitar que otras personas
hagan ciertas cosas, mientras que nuestros sistemas conductuales nos llevan a
hacer exactamente esas cosas para alcanzar nuestras metas. Por lo que propone
Robert Kurzban que la hipocresía esta por todas partes, fruto de la propia
naturaleza humana que consiste en una mezcla de partes distintas.
La respuesta a la pregunta más fácil "por qué todos los demás son
hipócritas" forma parte de la respuesta a la cuestión más difícil, que es
por qué la mente es tan inteligente. Y ambas preguntan están relacionadas con
la composición de todos los sistemas mentales diferentes. Y la última pregunta
es por qué tendemos a pensar que todos los demás son hipócritas pero que
nosotros no lo somos. Pues tan pronto como percibimos una incoherencia en
nuestro propio comportamiento, corremos el riesgo de que otras personas también
lo noten. Por lo que la mejor forma de evitar que nos identifiquen como alguien
con comportamiento incoherente es que uno mismo no lo note, para impedir que se
filtre la verdad al comunicarnos con quienes nos rodean. Y esto genera una
asimetría muy particular: si bien somos muy rápidos para detectar las
incoherencias en los demás, estamos diseñados para no detectar nuestras propias
incoherencias. Y por eso pensamos que todos los demás son hipócritas.
Robert Kurzban aboga por la idea de que, si queremos entender lo que hace
la mente, deberíamos plantearnos para qué sirven los distintos componentes. Y
la respuesta a esa pregunta consistirá en pensar en los humanos como cualquier
otra criatura evolucionada, no especial, pero sí distinta a nuestra manera, con
lenguaje y tradiciones culturales... pero habrá partes de nuestro cerebro cuyas
funciones puedan entenderse en el contexto de la evolución por selección
natural, y se trata de un principio importante que debe guiarnos al hacer
psicología.
El libro de Robert Kurzban Por qué todos los demás son hipócritas:
Evolución y mente modular (Why Everyone (Else) is a Hypocrite: Evolution and
the Modular Mind), en el idioma inglés y de la editorial Princeton University
Press (encuadernación en tapa dura con 274 páginas) se puede comprar
aproximadamente a un precio de 17.60 € en tienda online de libros. El libro de
Robert Kurzban nos muestra que la clave para entender nuestras incoherencias del
comportamiento radica en la comprensión del diseño de la mente. Ayuda a
explicar el autoengaño, autocontrol, autoestima... desde una perspectiva
evolutiva.
A continuación podemos ver el vídeo de Redes 119: El lenguaje está diseñado
para confundirnos. Donde Eduardo Punset entrevista a Robert Kurzban en un
acontecimiento de la Ciudad de las Ideas en la localidad de Puebla, en México,
para hablar en este capítulo de Redes sobre cómo funciona la mente humana.
Eduard Punset nos da a conocer que lingüistas como Noam Chomsky y psicólogos
como Steven Pinker y ahora también Robert Kurzban han constatado que el
lenguaje puede servir para entenderse pero sobre todo esta diseñado para
confundirnos. Muchos de los sistemas modulares de la mente están diseñados para
manipular lo que piensan los demás y lograr con ello una ventaja. Llegando a la
conclusión que a la evolución no le importa que sepamos la verdad de las cosas,
el objetivo con el que se ha diseñado nuestra mente es sobrevivir y dejar
descendencia por ello la estructura modular de la mente explica por qué la
gente se equivoca y es contradictoria.
Los textos desde la publicación III hasta la VIII fueron tomados de esta dirección: